Existen muchos mitos entorno a la utilización adecuada de las copas para nuestras bebidas favoritas. Tratar de elegir la copa ideal puede llegar a darte dolor de cabeza, pero no te preocupes, lo único que debes recordar es la regla de oro: Cada copa está hecha por una razón en específico, y recordando su función, podrás saber cuál es la mejor:
Identifica la forma & la apertura
La razón es muy elemental, éstas van a influir directamente sobre el líquido que contengan, afectando su sabor, aroma o composición.
Copa de agua
La copa más común. Suele ser la de mayor tamaño y es de forma abombada. La razón es porque es la de mayor capacidad, oscila entre los 300 y 500 ml.
Este tipo de copa suele utilizarse de manera regular en cenas formales o semi formales, por lo que te recomendamos tenerla siempre a la mano.
Se llena casi a su totalidad 4/5.
Vinos
Copa de vino tinto
La copa de vino tinto es un poco más pequeña que la de agua y, aunque se parecen mucho, suele ser más abombada. Su capacidad varía entre los 250 y los 350 ml
El cuello es largo para evitar que el contacto con la mano pueda modificar la temperatura de nuestra bebida, la apertura es amplia para permitir una oxigenación adecuada y de esta forma percibir sus aromas de manera más auténtica.
Suele llenarse a 3/4 de su totalidad.
Copa de vino blanco
Es más angosta y pequeña por la urgencia de mantenerse frío mientras es consumido, además de que no hay necesidad de que respire tanto. Suele contener de 200 a 250 ml
Debe llenarse tan sólo a 3/4 de su capacidad.
Copa de vino espumoso y champagne
Se utilizan copas mucho más alargadas. La finalidad de esta forma es para mantener las burbujas por más tiempo y que a la hora de llegar a la boca la sensación sea lo más placentera posible.
Su apertura es reducida para disminuir la oxigenación, lo que aumenta su aroma y sabor. Suelen tener una capacidad apenas menor de los 200 ml
Se llenan a 4/5, claro siempre que la espuma lo permita.
Destilados
Las copas para brandy & cognac
Suelen ser muy abombadas, pero de cuello corto para permitir un contacto directo con la palma de la mano y de esa forma mantener templado el contenido, su apertura es un poco más cerrada para mantener el aroma.
Suelen variar en cuanto a la cantidad que pueden contener desde los 150 a los 600 ml. Sin embargo, te recomendamos no exceder en el tamaño ya que está ideada para beber su contenido a paso lento.
No deben llenarse a más de 1/3 de su capacidad.
Copa coctelera
Finalmente, las copas para cócteles o margaritas son sumamente decorativas, recordemos que este tipo de bebidas raramente se sirven con hielo por lo que el cuello es largo y su apertura facilita el acceso a distintos acompañantes, por ejemplo, en el caso del Martini a la aceituna. Su capacidad es de 200 a 300 ml.
Pues ya tienes toda la información necesaria para que puedas degustar tus bebidas favoritas de la forma correcta. Ahora solo queda conseguir las copas en nuestro catálogo y a brindar se ha dicho.
Un último consejo, por favor, ¡nunca uses copas de plástico!
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